domingo, 16 de diciembre de 2012
Mi bastión.
[Audio]
Hay una hipérbole escondida, entre tu lengua y el timbre de la puerta.
En el borde del labio inferior, se asoma cuidadosa una anadiplosis,
que repite con desvergüenza el final de la noche en el inicio del alba.
Con su descuido frenético, el retoricismo primitivo me conquista;
raciocinio desmayado, furia atrevida, baile de manos, presente lúbrico,
densidad torrencial, áridas gargantas, bengalas ventrales, felinas pieles.
Incógnito camina de puntillas, eras de infinito, bucles de inestable,
tinta corriendo en mentales pentagramas, adornando los dulces lóbulos,
plenos de luz tu constelación de lunares. Y una bombilla, por si acaso.
Hay una hipérbole dispuesta a ser descubierta, pero calla,
no le digas nada, no le digas que muero entre dos brazos.
martes, 27 de noviembre de 2012
Arquitectura de ayer.
[Audio]
Esta es tu casa.
Estas, tus ventanas;
con vistas al mar, al incierto futuro,
a lo que fue y no más
a lo que se abandonó en la vía
a mi yo antiguo, inocente y cálido
que ya no existe.
Este es tu sombrío y oscuro hogar,
los muebles viejos y roídos,
las fotos desteñidas,
y en cada rincón y esquina,
un beso desamparado que busca dueña
cuerdas rotas de guitarra,
cicatrices en la espalda.
No se muere de amor,
uno muere de frío.
domingo, 18 de noviembre de 2012
Microrelato #3
[Audio]
Eligieron la misma canción para echarse de menos,
para olvidar lo que fueron,
para volver a encontrarse.
lunes, 12 de noviembre de 2012
sábado, 3 de noviembre de 2012
Microrelato #2
En su cuarenta cumpleaños, paró y preguntó "¿Y ahora qué, sin ella?"
Infarto de miocardio.
Azul.
Es tu jersey azul.
Sobre la cómoda
en la silla
y la terraza
es tu jersey azul
en la parada de metro
en los árboles del parque
en el uniforme del colegio
es tu jersey azul
en el café de la mañana
en Kafka y su metamorfosis
en la canción de aquel francés
llegará el verano
seguirá siendo tu jersey azul.
domingo, 28 de octubre de 2012
[Escape]
[Audio]
Vete, no me dejes ir [huir]
no me olvides en esta marea de insalvables;
llévame contigo, balancéame entre tus huellas,
déjame vivir en la sombra del comedor;
que yo cuidaré de este duermevelas [silencio y escondite]
la novena sinfonía con mimo en tu espalda,
resolveré tus dudas y terrores nocturnos,
la columna catorce del crucigrama dominical.
Sin saber cómo ni por qué
el hilo incandescente volverá a arder [15W],
el grifo no inundará más tu hogar,
las sábanas no enredarán tus arrugas,
nunca entendiste a Dorian Gray;
y en sueños [sólo en ellos]
me guardarás el último vals,
las pupilas temblarán jóvenes y fascinadas,
digno espectáculo del ocaso de esta luz.
El casi-beso.
Tous les jours c'est dimanche
La casi-vida.
Le monde était si beau, nous l'avons gâché.
Vete, no me dejes ir [huir]
no me olvides en esta marea de insalvables;
llévame contigo, balancéame entre tus huellas,
déjame vivir en la sombra del comedor;
que yo cuidaré de este duermevelas [silencio y escondite]
la novena sinfonía con mimo en tu espalda,
resolveré tus dudas y terrores nocturnos,
la columna catorce del crucigrama dominical.
Sin saber cómo ni por qué
el hilo incandescente volverá a arder [15W],
el grifo no inundará más tu hogar,
las sábanas no enredarán tus arrugas,
nunca entendiste a Dorian Gray;
y en sueños [sólo en ellos]
me guardarás el último vals,
las pupilas temblarán jóvenes y fascinadas,
digno espectáculo del ocaso de esta luz.
El casi-beso.
Tous les jours c'est dimanche
La casi-vida.
Le monde était si beau, nous l'avons gâché.
martes, 23 de octubre de 2012
sábado, 13 de octubre de 2012
Traînée
Para que pueda amarte en francés,
para que sume todos los martes,
para que ya no duela esta tarde.
Arrástrame un tiempo, déjame.
Para que eche de menos tu cuello,
para que sólo piense en tus manos,
para que suene el eco lejano.
Arrástrame un tiempo, déjame.
Para que resurja de este cajón encerado,
para que grape los trozos despegados,
para que vuelvas a ser humano.
Sin mirar el reloj, arrástrame de reojo,
Pero déjame.
jueves, 4 de octubre de 2012
La rebotica.
Cada domingo, la Asociación La Rebotica organiza una media tarde en La Botica (C/Cañón, 5, Málaga centro) repleta de arte: poesía, cuentacuentos, conciertos... Y GRATIS ¿Qué mejor plan?
Hace dos semanas tuve la oportunidad de volver a recitar allí, con artistas de verdad enormes.
Aquí os dejo el enlace al vídeo que nos hicieron, a la guitarra está mi adorado Alberto García.
En el mismo canal, podéis ver a otros miembros como Rafa Toro, Curro Ayllón, Patricia Rojo, Ito Miranda, Maydiremay, Boza, Alsondelpez, Luis, Cristina... ¡Muchos! ¡Que me lío! Espero que lo disfrutéis tanto como yo lo hago con ellos.
lunes, 1 de octubre de 2012
Calendario.
A golpes de tambor entras en mi vida,
trotas con las crines al viento.
Libertad y seda, mismo tacto
Deslízome dulce y térmica sobre tu lengua.
En este sofá, sitiamos reinos,
conquistamos hemisferios
Yo, el derecho; tú, el izquierdo.
Cada tarde, revolucionas la sobremesa.
Llega mayo, pasa el verano y aterrizamos en octubre,
sin pestañear y en bailes clásicos
Enredados como hiedra
Inmortales las horas puntas en tu torso.
Ahora suena otro tambor, con eco,
rítmico, templado y doliente
Tus ríos de placer primitivos
Cosechas en el fondo de armario.
lunes, 24 de septiembre de 2012
sábado, 25 de agosto de 2012
El salvaje de Aveyron.
En
1800, llevaron a París a un niño absolutamente salvaje que había
sido capturado en la región de Aveyron, convirtiéndole en asunto
público. Por aquel entonces Jean Itard, estaba a punto de doctorarse
en medicina, y no quiso desperdiciar la oportunidad de experimentar
con aquel ser socialmente no contaminado y probar de esta manera las
teorías antropológicas y teorías educativas que se daban por la
época. Tras cinco años de intenso trabajo y esfuerzo dedicado
exclusivamente a potenciar las capacidades de aprendizaje del chico
(cuando llegó rondaría ya los diez o doce años) , el gobierno dio
por concluido el proyecto sin más resultado que un gran fracaso.
El
caso del llamado salvaje de Aveyron no
fue el único clasificado de esta índole, pero sí fue la primera
piedra para el desarrollo de lo que hoy conocemos como “educación
inclusiva”; ésta no es más que un modelo educativo que pretende
satisfacer las necesidades de aprendizaje de todos los individuos a
través de programas compensatorios de manera que todos seamos
receptores de una educación de calidad y diversificada según las
necesidades individuales, paliando así los efectos de las posibles
deficiencias (ya fuesen genéticas o ambientales) que se pudieran
sufrir para que no supongan la causa incorregible de un futuro
marginal.
Hace
un tiempo, cuando trabajaba de profesora de idiomas, tuve la
oportunidad de vivir la experiencia, que más que una experiencia,
fue un golpe de suerte. A punto de terminar el curso académico,
empecé a trabajar con una niña de apenas once años, dulce y
tímida, con una deficiencia visual bastante severa y evidentes
problemas de aprendizaje. Cuando me propuse empezar a preparar las
clases, todo se me hacía cuesta arriba, y es que no sabía cómo iba
a conseguir enseñarle de manera casi totalmente acústica. En el
primer contacto ya pude ver que el problema no era de la alumna, sino
de sus profesores; si bien tenían o no los instrumentos necesarios
para cubrir las necesidades educativas específicas que ella requería
-lo desconozco-, supuraban un interés de niveles bajo cero en
conseguirlos o utilizarlos. Cuando vi las notas finales, lloré.
Había intercambiado un suspenso tras otro por un sobresaliente anual
en apenas un mes.
La
razón por la que hablo de todo esto no es otra que el hecho de que,
muchos podríamos haber sido otros “salvajes de Aveyron” , una
cifra más negra del sector de “fracasados” del sistema, si no
fuera por los compromisos que se tomaron al respecto con la
totalmente infravalorada LOGSE (que, para quien no lo sepa, no tiene
diferencias sustanciales con la actual LOE) y asociados a las
consecuencias directas de la Conferencia de Jomtein y los llamados
“Objetivos del Milenio”. El sistema tiene muchas grietas, pero
¿qué hubiese sido de toda una generación sin los programas de
refuerzo de la lengua vehicular para inmigrantes -más aún después
del boom de finales de los noventa-? ¿sin becas para alumnos
de clase socio-económica media-baja? ¿sin diversificación para
alumnos de alto rendimiento académico? ¿sin cursos de técnicas de
equidad en la enseñanza para el profesorado? ¿sin la adaptación
curricular para discapacitados sensoriales?
Si
todo esto fue posible, es gracias a que este compromiso se tornó
realidad a golpe de talonario por parte de las arcas gubernamentales
-sin desmerecer la inconmensurable labor de las instituciones y
familias- a través de becas, subvenciones y programas como los ya
mencionados. Ahora, con tanta tijera y tan poco miramiento, tengo
miedo; miedo de que haya sido una “edición limitada” de ayudas
para la igualdad de oportunidades porque un Efecto Pigmalión
negativo como el heredado de las técnicas educativas del franquismo
nos conduciría directamente a unos resultados tercermundistas; y
estos, a su vez, a un incierto futuro rebosante de iletrados sumisos
y maleables. Llámenme malpensada si lo creen justo, e incluso
fatalista, pero primero abran un poco las guías de asno: una masa
analfabeta cuasi-oligofrénica
es, con seguridad, la zombificación perfecta.
Como
bien una vez leí en una columna de Ángela Becerra (y discúlpenme
si yerro en las palabras exactas) “el pastor que no entiende a sus
ovejas, se queda sin rebaño”, y usted, mi querido Wert, no está
entendiendo nada ni a nadie.
domingo, 5 de agosto de 2012
El polipropileno y yo.
Si
se pasea por la zona de “los más vendidos” de la sección de
literatura de cualquier gran superficie, verá cómo se amontonan
cientos de libros, unos tendrán más páginas que otros, o un
formato diferente, pero es cuanto menos curioso que todos se
caractericen por lo mismo: incitan a adelgazar, dan las claves para
ser feliz o dejar atrás una relación dañina, enseñan el
aprendizaje de vivir... Y es que, desde que estamos en crisis y
parece que el mundo se desmorona, a todos nos da por intentar estar
menos desequilibrados ¡Hasta los libros de entretenimiento se quedan
asombrados ante la vulgar magnitud de espacio que ocupan los libros
de autoayuda!
Pero
eso no es todo. Cuando conseguí librarme de la vorágine de dietas y
psicología barata, seguí avanzando y me tropecé con los títulos
de los que todo el mundo habla. Las sinopsis no eran llamativas, ni
siquiera tenían un argumento fuera de lo común; es más, ruego que
sus autores me perdonen, pero todo parecía que un remake de las
historias que ya conocemos: novela policíaca al estilo de “Se ha
escrito un crimen”, romántica de película de sobremesa, de
aventuras en las que fusionan “Los cinco” con varitas...
Siendo esto un fenómeno que infecta a todos los ámbitos del arte, me inquieta sobremanera la vertiginosa carrera que está tomando lo conocido como “pseudo-cultura”, pero, no obstante, si existe y desplaza a toda creación con rasgos intrínsecamente artísticos y de calidad, es porque el público así lo demanda.
Siendo esto un fenómeno que infecta a todos los ámbitos del arte, me inquieta sobremanera la vertiginosa carrera que está tomando lo conocido como “pseudo-cultura”, pero, no obstante, si existe y desplaza a toda creación con rasgos intrínsecamente artísticos y de calidad, es porque el público así lo demanda.
Lo
que se cataloga como pseudo (definido como falso) aplicado al
campo que habitualmente se trata – la cultura – es un tema tan
denso que sin una buena brújula puede marear. ¿Es el arte de usar y
tirar realmente arte o sólo es una mera máquina de hacer billetes?
¿De dónde viene este gusto por lo prefabricado? Fue entonces cuando
automaticé una relación causa-bomba a modo de rayo de
lucidez; y es que, este efecto de consumo desaforado de cultura de
relativa calidad no es otra cosa que una consecuencia de las
encarnizadas modas de la sociedad estadounidense.
Si
nos remontamos al pasado histórico, queda claro que la hegemonía
que hoy reina en ámbitos tan dispares como la política, las
relaciones sociales, el arte y la cultura en general, son la
consecuencia directa de una industria podrida por las apariencias,
industria que, a su vez, fue alimentada por una sociedad sedienta de
banalidad que tomó el poder de modo aparentemente irrevocable tras la
Guerra Fría ¡Y de qué manera nos han seducido sus luces de neón!
En
el pasado, el Viejo Continente conquistaba con buenos modales, una
fina perspicacia y el ingenio-ingénuo absoluto a todas las almas
despiertas, confraternizaba con los marginados y los terminales
(quizás demasiado), con los enredados clásicos, y los juegos de
imposibles e improbables. Tal vez, esas grandes dosis de agria
honestidad ya tenían saturada a una sociedad que, harta de
regocijarse en su desdicha con baguettes, espectáculos de varietés
y candiles, lo único que necesitaba era opiáceos. Pero ¿era
realmente necesario el disfraz, la ocultación y la violencia por
adelantado? ¿Cuándo sustituimos por completo el arcaico y opresor
sistema de criba artística por la cultura iconoclasta y elevada de
lo superficial? Y lo que es peor, ¿hemos sido tácita y
voluntariamente intoxicados?
La
revolución en el arte del siglo XX que consolidó a los EEUU de
América como líderes de la manada comenzó, con bastante
probabilidad, con la dichosa lata de tomate y las fotocopias
warholianas. Fue el mejor caballo de Troya que se haya visto jamás:
aparentemente sencillo y con un toque informal, a todos nos entró
por el ojo con ese aire juvenil y rompió los esquemas de lo que
siempre se había visto con la mirada de los mecenas del arte. Estas
líneas habían sido resquebrajas con anterioridad por el cubismo y
el surrealismo pictórico en Europa, pero ¡qué sorpresa! ¡no se
popularizó tener una copia barata de Miró en el cuarto de baño!
-o, al menos, no a gran escala, para suerte del buen gusto-.
A goteo, los pequeños engendros de la cultura popular americana fueron invadiendo cada esquina del mundo: el cine y las brillantes estrellas hollywoodienses afirmaron categóricamente el concepto de belleza y perfección, las discográficas decidieron qué era moderno y qué debía caer dentro de la cuba de la obsolescencia en ciclos intermitentes, la televisión y sus seriales nos dieron una vuelta de tuerca a lo que es y lo que se supone que debía ser -hasta ese momento- parte de unos principios éticos, la literatura se adaptó a los nuevos intereses y gustos populares que tan bien nos ha venido a los mediocres, y -como todo no podía ser negativo- ¡hasta la moda norteamericana influyó en la rebelión femenina!
A goteo, los pequeños engendros de la cultura popular americana fueron invadiendo cada esquina del mundo: el cine y las brillantes estrellas hollywoodienses afirmaron categóricamente el concepto de belleza y perfección, las discográficas decidieron qué era moderno y qué debía caer dentro de la cuba de la obsolescencia en ciclos intermitentes, la televisión y sus seriales nos dieron una vuelta de tuerca a lo que es y lo que se supone que debía ser -hasta ese momento- parte de unos principios éticos, la literatura se adaptó a los nuevos intereses y gustos populares que tan bien nos ha venido a los mediocres, y -como todo no podía ser negativo- ¡hasta la moda norteamericana influyó en la rebelión femenina!
Es
triste que la tierra que vió nacer a las obras maestras de Whitman,
Hitchcock o Nina Simone, a día de hoy los haya reemplazado en la
memoria colectiva por la gastronomía de plástico, los pechos de
silicona y lo superficial como bandera. Sin embargo, el problema
fundamental de la cultura a secas - entendido como el conjunto de
acontecimientos creativos - es que no sólo cultiva el espíritu y
entretiene a las mentes más activas, sino que también sienta
precedentes y recrea modelos a seguir (sean o no insalubres) que por
puro gregarismo terminamos imitando inconscientemente.
La
idea de la infección bacteriana en el uso y abuso humanos requeriría
probablemente un estudio mucho más profundo de lo que realmente se
puede exponer aquí, y que dudo que nadie haya usado ya en más de
una tesis doctoral, pero si rascamos la superficie podemos ver de
manera muy resumida y llena de imperfecciones en verdadero quid
de la cuestión: insaciables de cultura basura buscamos cualquier
tetrapack de risas enlatadas y cánones estéticos; como adictos del
estrellato rápido que somos, las relaciones personales no iban a ser
la excepción.
En
el ámbito de la psicología resulta fácil detectar que, lo que
siempre se había visto como un síntoma inequívoco de enfermedad en
una relación social, a día de hoy se ha normalizado hasta
convertirlo en parte imprescindible ¿La raíz? El contínuo lavado
de cerebro al que hemos sido sometidos mucho antes de que pudiéramos
hacer de nosotros un ente crítico de y para los medios
audiovisuales, donde el lema “Todo lo que merece la pena te hará
sufrir” es la máxima a absorber, asumir y repetir como perfil
comportamental. Se establece así, una masa de desequilibrados
emocionales con tendencia a la escenificación perfeccionista y, a su
vez, autodestructiva, que está abocada a la insatisfacción de la
que tantas editoriales y psicoanalistas se nutren (y gracias que
tenemos a estos últimos).
Para
terminar me siento obligada a pedir perdón y,a su vez, aclarar que
esto no es una alegoría a la aniquilación de tales productos, ni
siquiera es un canto sobre un bucólico pasado mejor. Sólo hablo de
una fosa recién cavada. En nuestras manos está meter todo el arte
prefabricado y sacar al crítico enmascarado que llevamos dentro, o
sino, mis queridos lectores, tendremos que empezar a convivir con el
fatalismo de las mentes parcialmente satisfechas y tirarnos nosotros
dentro. Eso sí, que nadie se sorprenda si al final terminamos
envasados en PVC.
[Imagen: Karen Crook]
[Imagen: Karen Crook]
miércoles, 1 de agosto de 2012
miércoles, 25 de julio de 2012
Felino.
Un ojo cual mirilla se coló entre mis sábanas. Las mañanas se torcieron, descubrieron un mundo de sonrisas y ojos henchidos por noches aleatoriamente dulces, volvieron a aparecer las pieles descubiertas por el tiempo. La distancia se midió en milímetros. A veces, ni eso. Echaron a volar los pájaros que anidaron en su cabeza, explotaron toneladas de dinamita en mi estómago. Así, noche tras noche, día tras día, pasé del reloj y el calendario sin siquiera tropezarme con el pánico reinante.
Sólo agua de mar. Todos los bailes descalzos que terminaron antes de empezar, aún así, los bailamos. El confeti desteñido en palabras flotantes sobre la tinaja del adiós desenredó la bobina de la sonrisa que me desarma. Absorber una cantidad ingente de oxígeno para pronunciar su nombre, el primer episodio. Sólo su mirar en el maldito agua de mar.
Las manecillas pararon, suspiré y, de repente, me enamoré de una forma sobrehumana.
domingo, 15 de julio de 2012
Max.
[Audio]
Como las cadenas del columpio enredadas por el capricho infantil de una tarde de tedio, desentraña el mundo. En sus ojos, apenas atisbo el comienzo de la perpetuación de la especie, pero, ahí está, la mirada; ese visor del alma pura que hace de ventana desnuda para aquel que nada tiene que juzgar y todo que aprender, que disfruta con el bucle incesante de la rueda de la bicicleta al girar, que se enreda en mis ensortijados cabellos rojizos, que se pierde entre las mieses de un verano que no se marcha.
Deseo que sea invierno, sus suspiros me hacen pedir que lleguen las nieves. Con su crudeza y oscuridad, disfrutar del calor del hogar, de unas sábanas para tres, de tazas calientes que descongelan manos, del entretejido que cubre pies en un pequeño vals descalzos que terminará a carcajadas. Sobre este parqué de buenas voluntades, nuestros pasos, y él mirando el amor que, en lugar de dividirse, se multiplica en el pequeño hueco de su cuello que huele a miel y a estufa.
El futuro tiene nombre, es Max.
Como las cadenas del columpio enredadas por el capricho infantil de una tarde de tedio, desentraña el mundo. En sus ojos, apenas atisbo el comienzo de la perpetuación de la especie, pero, ahí está, la mirada; ese visor del alma pura que hace de ventana desnuda para aquel que nada tiene que juzgar y todo que aprender, que disfruta con el bucle incesante de la rueda de la bicicleta al girar, que se enreda en mis ensortijados cabellos rojizos, que se pierde entre las mieses de un verano que no se marcha.
Deseo que sea invierno, sus suspiros me hacen pedir que lleguen las nieves. Con su crudeza y oscuridad, disfrutar del calor del hogar, de unas sábanas para tres, de tazas calientes que descongelan manos, del entretejido que cubre pies en un pequeño vals descalzos que terminará a carcajadas. Sobre este parqué de buenas voluntades, nuestros pasos, y él mirando el amor que, en lugar de dividirse, se multiplica en el pequeño hueco de su cuello que huele a miel y a estufa.
El futuro tiene nombre, es Max.
viernes, 22 de junio de 2012
sábado, 16 de junio de 2012
miércoles, 13 de junio de 2012
(re) Vivir.
Lo que en el exterior [de piel para afuera] no saben es que él y yo acumulamos en el saco de las vidas anteriores un generoso saldo.
Ascuas.
Sus últimas palabras las escogió al azar. Murió entre calada y trago. Resucitó entre saliva y piel.
viernes, 8 de junio de 2012
Recomendación #3
Esch o la anarquía, por Hermann Broch
" El hombre que está en alta mar no tiene ninguna meta y no le es posible completarse, está encerrado en sí mismo. Quien le ama, sólo puede amarle por lo que promete, por lo que él es, no por lo que ha conseguido o conseguirá. Por eso el hombre que permanece en tierra ignora lo que es el amor y lo confunde con su propia angustia. "
jueves, 7 de junio de 2012
Pequeña Troya.
El tiempo se para en la historia. [capítulo tres reescrito]
El frío congela la imagen, la porcelana inunda la piel.
Rescatar las ganas, la ilusión decapitada en miel.
El futuro en blanco, el amor circunscrito.
Hiel.
miércoles, 6 de junio de 2012
En 2012.
Ternura entre los recuerdos.
Desolación por la ausencia.
Tiempo, dame paciencia.
Paciencia, dame amor indeleble.
Tacto y memoria que no se difuminan,
angustia que retuerce las entrañas.
Pero donde haya té, habrá esperanza.
jueves, 24 de mayo de 2012
Recomendación #2
(...) Caín ya entró, ya durmió en la cama con Lilith, y, por más increíble que nos parezca, fue su propia falta de experiencia en el sexo lo que le impidió ahogarse en el vórtice de lujuria que en un solo instante arrebató a la mujer y la hizo gritar como posesa. Le rechinaban los dientes, mordía la almohada, luego el hombre del hombre, cuya sangre sorbió. Aplicado, Caín se esforzaba sobre el cuerpo de ella, perplejo ante aquellos movimientos y voces desgarradores, pero, al mismo tiempo, otro Caín que no era él observaba el cuadro con curiosidad, casi con frialdad, la agitación irreprimible de los miembros, las contorsiones del cuerpo de ella o de su propio cuerpo, las posturas que la cópula, por sí misma, solicitaba o imponía, hasta el apogeo de los orgasmos. (...) bien podía decirse que estaban, uno y otro, en el paraíso del Alá que está por venir. (...)
Caín, por José Saramago.
miércoles, 23 de mayo de 2012
El suspiro helénico.
Entre tantas corrientes magnéticas, se encuentran tus letras.
[me estremezco y me enredo]
Son tus letras, que se convierten en sonidos formando palabras;
palabras creadas por tu encarnada boca que silba cada final,
para que no cesen en su existencia -quizás-.
Entonces, ese gesto que me desarma a traición:
las cejas se arquean con efecto sorpresa,
la línea de perlas perfectas atropellan el labio inferior,
asienten a ligeras sacudidas tus cabellos ensortijados.
El eco turbio del hastío pasado grita
Sin embargo, la brújula se desimanta,
pierdo norte, sur, y treinta vientos más por el camino
[entre tu labio y el mío]
que hacen encallar los mapas de ausencia
en las cuerdas de tu garganta troyana.
[me estremezco y me enredo]
Son tus letras, que se convierten en sonidos formando palabras;
palabras creadas por tu encarnada boca que silba cada final,
para que no cesen en su existencia -quizás-.
Entonces, ese gesto que me desarma a traición:
las cejas se arquean con efecto sorpresa,
la línea de perlas perfectas atropellan el labio inferior,
asienten a ligeras sacudidas tus cabellos ensortijados.
El eco turbio del hastío pasado grita
Trátame mal.
Dime que no.
Despídete altivo.
Así no seré ridícula ante tu vacío.
Sin embargo, la brújula se desimanta,
pierdo norte, sur, y treinta vientos más por el camino
[entre tu labio y el mío]
que hacen encallar los mapas de ausencia
en las cuerdas de tu garganta troyana.
domingo, 20 de mayo de 2012
Donna estrangera.
[Audio]
Se sienta al borde de la cama.
Un tremendo olor a mar se precipita entre las sábanas.
Su pecho se apoya en mi espalda.
Entonces, nos hacemos siameses con nocturnidad y alevosía.
Chico, abre la boca, y me zambullo en su alma a través de sus labios.
Ríos de mieles donde me baño, floto sobre la corriente.
Déjame dormir en tu amable iris. Déjame ser extranjera en tu piel.
Se sienta al borde de la cama.
Un tremendo olor a mar se precipita entre las sábanas.
Su pecho se apoya en mi espalda.
Entonces, nos hacemos siameses con nocturnidad y alevosía.
Chico, abre la boca, y me zambullo en su alma a través de sus labios.
Ríos de mieles donde me baño, floto sobre la corriente.
Déjame dormir en tu amable iris. Déjame ser extranjera en tu piel.
martes, 15 de mayo de 2012
jueves, 3 de mayo de 2012
Hidrátate, alma
El tacto bajo el agua es diametralmente diferente.
Es caramelo, amor, electricidad, y renacimiento.
Si respira, las burbujas ascienden verticalmente y me roban la resistencia:
de puntillas tropieza con mis intestinos, valsea y abandona.
Una fila perfecta de dientes y un dulce desmayo de cabello ensortijado.
Aunque raro, echo de menos su olor y la temperatura de su piel en la doble coronilla de la almohada.
"Sábanas revueltas y muertas de hambre buscan amante calidad Astracán que se deje morder", reza el luminoso que encuentro entre cajones.
Menudo año. Sonrío. Me deslizo entre sus brazos repletos de tinta e historia.
Cabeceo contra su pecho, mi hogar.
Él me dijo "Hidrátate, alma" y, desde entonces, mi próximo prójimo es mi sombra y testigo.
domingo, 22 de abril de 2012
Lo que el viento dice de ti.
[Audio]
Abro la ventana. Es el cálido viento
que sopla del norte y arrastra consigo
las confidencias anheladas
en una noche de domingo.
Es el viento que me invade con noticias sobre ti:
las ilusiones rotas despeinaron tu cabello y las ganas,
echaron raíces los años en tu rostro,
borraron las huellas del romance de antaño.
La brisa juguetona se llevo las partituras
de nuestros bailes descalzos,
que sonaron despreocupadas en mi oído
por tu gen canalla dominante.
Reímos, entre dientes y a carcajadas,
extinguimos el mundo a puerta cerrada.
Mientras, Count Basie siguió tocando,
y tú le pusiste letra, la que ahora cobija el viento.
Y sigue siendo el viento, en su vaivén eterno,
que se va de puntillas de nuevo a verte.
Transporta un par de mis sonrisas ladeadas,
el olor a café de las mañanas y los futuros buenosdías.
sábado, 21 de abril de 2012
Rojo febril
Repaso el borde del vaso con el índice derecho: el dedo de maldecir, de señalar y de las malas costumbres. El hielo ha dejado de crepitar al contacto con el líquido y ahora sólo se deja beber en la espera, entre humos y fosas de emociones que descansan con su mejor vestido junto a un taburete forrado en piel.
De golpe, una boca tropieza en mi oído de viernes noche, me aparta el pelo y no quiero mirar. Huele a vorágine, a licor y a sándalo de guerrero. Es un error, [mamá-no-quiero-mirar] pero su barba hipnotiza mi piel con caricias accidentales al pronunciar las palabras prohibidas, y no puedo hacer más que seguirle. Ruta a la perdición aterrizan sus labios sobre el hombro desnudo: la resistencia rendida.
En un oscuro rincón, me invita a obeceder con su destemplada mano en mi piel y, de esta manera, arría al hipotálamo las ganas secretoras de danzas prohibidas con ataques en forma de lengua y ginebra. Sin previo aviso, cinco dedos se deslizan entre algodón blanco y vacío hasta alcanzar el ombligo con dirección sur.
El tiempo se para. El reloj no avanza. El minutero ha muerto. Mi encarnada piel de melocotón lleva su rúbrica inicial en la superficie, se humedece y bulle. Bulle. Huye. Destruye. Él continúa alimentando mis instintos con saliva, mi respiración se entrecorta con su pecho en mi espalda y empiezo a recordar los paisajes de Gomorra que tanto anunciaban el fin de la inocencia.
Sin tregua.
Vaivén en frío mármol y traspiés.
Guerra lingual. Suspiro.
Cicatrices del ritmo cardíaco.
Mátame. Mátame. Mátame.
Al abrir los ojos, de fondo, nos acusa la luz del día terrorista. Se reanuda el tiempo, ya no somos uno.
De golpe, una boca tropieza en mi oído de viernes noche, me aparta el pelo y no quiero mirar. Huele a vorágine, a licor y a sándalo de guerrero. Es un error, [mamá-no-quiero-mirar] pero su barba hipnotiza mi piel con caricias accidentales al pronunciar las palabras prohibidas, y no puedo hacer más que seguirle. Ruta a la perdición aterrizan sus labios sobre el hombro desnudo: la resistencia rendida.
El tiempo se para. El reloj no avanza. El minutero ha muerto. Mi encarnada piel de melocotón lleva su rúbrica inicial en la superficie, se humedece y bulle. Bulle. Huye. Destruye. Él continúa alimentando mis instintos con saliva, mi respiración se entrecorta con su pecho en mi espalda y empiezo a recordar los paisajes de Gomorra que tanto anunciaban el fin de la inocencia.
Sin tregua.
Vaivén en frío mármol y traspiés.
Guerra lingual. Suspiro.
Cicatrices del ritmo cardíaco.
Mátame. Mátame. Mátame.
Al abrir los ojos, de fondo, nos acusa la luz del día terrorista. Se reanuda el tiempo, ya no somos uno.
martes, 17 de abril de 2012
Desenfócate, memoria
Injusta eres, memoria, al no responder a mis suplicos:
que las mañanas sigan siendo mías,
que el café sea en silencio,
que la voz no la rompa el llanto.
Cruel eres, memoria, al instalar más de un recuerdo:
las fotografías que saltan,
los paseos y dos meñiques,
el frío en los labios.
Indómita eres, memoria, al repetir todos los hechos:
llamadas incontestables,
versos impronunciables,
nudos marineros de garganta.
Doliente eres, memoria, al diluirte en la nada:
cuando el tiempo se desplaza en la cronología,
cuando el amor se gasta entre palabras,
cuando el viento barre las pieles.
Desenfócate, memoria, dame un respiro,
cesa el tornado que me atormenta.
Silénciate, memoria, deja de enfriarme los pies,
para de hervirme las entrañas.
Duerme, memoria, descansemos las dos,
olvidemos el concepto de existencia,
de los mortales tortura y regocijo.
sábado, 7 de abril de 2012
Este sol.
[Audio]
Es este sol, insisto.
Es este sol que anuncia el final del invierno,
que juega bajo la mesa con las ganas,
que le tira de la corbata a la sobremesa,
que me empuja los tirantes sobre el hombro.
Es esta luz amable que me transporta desde la azotea soleada,
que me desliza por tu piel salada,
que precipita tu sabor por mi garganta,
que acompaña las palabras con notas balcánicas.
Es este reflejo vacío que estira las dudas,
que rompe las copas de vino,
que anuncia tormenta en tu lengua,
que señala al colchón como refugio.
Pero, sobre todo, es este sol
el que retiene mi amor en el nudo de tus cordones.
Es este sol, insisto.
Es este sol que anuncia el final del invierno,
que juega bajo la mesa con las ganas,
que le tira de la corbata a la sobremesa,
que me empuja los tirantes sobre el hombro.
Es esta luz amable que me transporta desde la azotea soleada,
que me desliza por tu piel salada,
que precipita tu sabor por mi garganta,
que acompaña las palabras con notas balcánicas.
Es este reflejo vacío que estira las dudas,
que rompe las copas de vino,
que anuncia tormenta en tu lengua,
que señala al colchón como refugio.
Pero, sobre todo, es este sol
el que retiene mi amor en el nudo de tus cordones.
sábado, 24 de marzo de 2012
Ojo al dato #1
Noticias frescas no, fresquísimas.
#1- En breve comenzaré a publicar en una nueva revista sobre cultura, arte y reflexión que saldrá aproximadamente en Mayo, pero la mejor noticia es que además será gratuita. Me consta que se está haciendo con mucho amor, así que esperemos que la criaturilla salga bonita y os guste.
#2- Estoy preparando una antología de textos y la confusión es extrema. Ya sea con un adolescente "me gusta" en la cuadrícula a pie de post, mediante comentario anónimo -o no-, o vía nantesespersona@gmail.com para los tímidos, me sería de gran ayuda.
Seguid escribiendo y seguid leyendo, pequeñas cronopias.
sábado, 3 de marzo de 2012
El jardín privado.
[Audio]
En la bañera, las partículas de humedad se suspenden.
Sólo hay una alfombra, de quejidos y lamentos,
de historias de piratas con reverberación y consonancia.
- será que nunca fui mucho de vocales -.
Me incorporo, un hilo de pesada agua cae pierna abajo;
tropieza con el borde, encharca el suelo y empapa la alfombra.
La nube de humedad desaparece. - silencio-
Entonces brotan de la piel hilos de tinta muda,
olas de color en movimiento que cuentan las batallas acaecidas
entre los pálidos poros de mi espalda.
Es el alma que, cansada de tanta belleza y secuestro,
ha decidido abrir las puertas del jardín privado del frenesí.
En la bañera, las partículas de humedad se suspenden.
Sólo hay una alfombra, de quejidos y lamentos,
de historias de piratas con reverberación y consonancia.
- será que nunca fui mucho de vocales -.
Me incorporo, un hilo de pesada agua cae pierna abajo;
tropieza con el borde, encharca el suelo y empapa la alfombra.
La nube de humedad desaparece. - silencio-
Entonces brotan de la piel hilos de tinta muda,
olas de color en movimiento que cuentan las batallas acaecidas
entre los pálidos poros de mi espalda.
Es el alma que, cansada de tanta belleza y secuestro,
ha decidido abrir las puertas del jardín privado del frenesí.
viernes, 20 de enero de 2012
Aquesta nit
[Audio]
Te propongo algo.
Esta noche vamos a dejar los argumentos, la literatura, las palabras con mucha fuerza. Vamos a abandonar el pasado y el futuro en el bidón del reciclaje.Vamos a tratarnos como si fuéramos personas.
Saldremos a cenar, con cuatro copas de vino yo voy bien. Nos reiremos de los momentos en los que hicimos el mayor ridículo de nuestra vida, pero sin romanticismo. Después podemos pasear, pero sin tocarnos, hasta llegar a aquella tasca que tanto te gusta para proseguir con las conversaciones sobre lo que queremos hacer o no con nuestras vidas. Entonces, puede ser que suene una canción que me encanta y corte la charla de golpe, y te reirás porque canto muy mal. Y me dará igual, porque será una noche de personas.
Probablemente nos iremos a bailar y yo, que no soy muy amiga de que me miren, haré caso omiso de mi timidez remodelada y bailaré contigo. Cuando esté despeinada y tú medio borracho, me acompañarás a casa mientras yo tiemblo como un flan por no sentirme del todo cómoda con la idea. Me dirás que este vestido me sienta muy bien, yo pensaré que me muero de ganas por que me lo quites. Y entonces...
No sé qué pasará. Nunca nos hemos tratado como personas.
Te propongo algo.
Esta noche vamos a dejar los argumentos, la literatura, las palabras con mucha fuerza. Vamos a abandonar el pasado y el futuro en el bidón del reciclaje.Vamos a tratarnos como si fuéramos personas.
Saldremos a cenar, con cuatro copas de vino yo voy bien. Nos reiremos de los momentos en los que hicimos el mayor ridículo de nuestra vida, pero sin romanticismo. Después podemos pasear, pero sin tocarnos, hasta llegar a aquella tasca que tanto te gusta para proseguir con las conversaciones sobre lo que queremos hacer o no con nuestras vidas. Entonces, puede ser que suene una canción que me encanta y corte la charla de golpe, y te reirás porque canto muy mal. Y me dará igual, porque será una noche de personas.
Probablemente nos iremos a bailar y yo, que no soy muy amiga de que me miren, haré caso omiso de mi timidez remodelada y bailaré contigo. Cuando esté despeinada y tú medio borracho, me acompañarás a casa mientras yo tiemblo como un flan por no sentirme del todo cómoda con la idea. Me dirás que este vestido me sienta muy bien, yo pensaré que me muero de ganas por que me lo quites. Y entonces...
No sé qué pasará. Nunca nos hemos tratado como personas.
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