lunes, 25 de febrero de 2013

Isomorfo









Te nombraría Robespierre si me cortaras raciocinio, 
si me hicieras sólo tuya, si te llamaras siempre mío 
si estableciéramos un contrato de esclavismo. 

Podría convertirme en nada, elevarme, flotar
ser -de repente- aire fantasmal
pasar en un suspiro. Y respirar.

Sin intención, haces el milagro de ser otro,
serpenteas entre imposibles y basura galáctica;
yo sólo necesito que seas el mismo.


Pero no.


lunes, 4 de febrero de 2013

Hay creación.




Todas las horas son sábado por la tarde. 
Sosiego, calma, sentir que vivimos en un eterno viaje.
Aparece lo inesperado, discutimos sobre la creación, 
la luz,el cabello blanco. Y nos reencontramos.


(hasta con los ausentes hay creación)

Tu me manques




Audio


Echo de menos las mañanas con las sábanas calientes,
que el sol me despierte,
la luz cegadora de una mañana cualquiera de noviembre,
y las gaviotas.

Echo de menos el tormentoso arrullo del mar
aunque todo comience a ir mal,
que la humedad me despeine sin cesar,
el torbellino de viento, el azahar.

Echo de menos a los vivos y a los muertos,
el azul que invade cada rincón de aquel lugar,
cómo Julia me miraba antes
y después de pintar.

Echo de menos llegar a casa, en silencio,
tropezar con unos ojos amigos que invitan,
un vino y un cigarro que lo entienden,
y amar.

Echo de menos correr descalza,
desatarme en unos brazos honestos,
aludes de fuegos de artificio,
volver a conocerse en palabras de otro.


Echo de menos estar agotada de vivir,
enredarme cada instante en los años pasados,
la salvación de un Dios que no hace falta,
el presente y la calma.




sábado, 2 de febrero de 2013

Las palabras, el amor y Borges.

Me imagino a Borges renegando de sus amantes.
Me lo imagino, con los dedos entrelazados - como solía- mirando la pared fronteriza con su butacón, mientras con una mueca en perfecto acento bonairense desdeña su inútil existencia. "Meras piezas de negociación", le gustaba decir, seseante, desagradablemente sensible.

Lo que pocos saben es que Borges murió enamorado, más allá de sí mismo, de la literatura, de su infancia, de su madre, de sus noches de mate en el porche. Más allá de toda su vida, murió enamorado, como sólo los literatos pueden enamorarse: en el silencio más absoluto, en el escondite más abrupto, en su piel, en Braïlle.