martes, 28 de octubre de 2014

Birth.




Una vez me vi. No recuerdo si el verano estaba por llegar ni qué pasó antes, pero me vi. Alcé la vista y ésta se tropezó, cayó y quedó anclada - tal vez para siempre - en otra mirada. 

Sucedió que, a través de los párpados, se deslizaron pequeñas y ardientes manos que, lentamente, construyeron una autopista con las legañas de las primeras criaturas y nos ataron las pestañas. Se nos secaron los ojos, pero no hubo oportunidad para dejar de mirar. Las primeras criaturas tiraron de los hilos como un imán, mi cuerpo midió a gran velocidad la distancia de las pieles mediante la técnica del derribo. Como un poderoso y brillante rayo, pude sentir la vida. Pude sentir el trueno, el pálpito de otro cuerpo tamborileando sobre mi pecho. Entonces, sin destruir el silencio imperante, pestañeé. De un suspiro catalizador, un pájaro de tinta se hizo vida atravesando mi garganta hasta nacer en mis labios. Emprendió el vuelo.

No se oyó un segundero que avisara de la existencia de un después, pero nunca pudimos cerrar los ojos. Dios enmudeció avergonzado. Nuestras almas se habían mirado. El lenguaje fue parido para poder reencontrarnos.


viernes, 19 de septiembre de 2014

Tsunami




El mar se agita
- la voz -
se levanta el oleaje
- hielo azul iris - 
sube desde el bajo vientre 
- dactilios hundidos en las carnes - 
recorre turbulento cada milímetro de intestino
- diapositiva de una fila de perlas perfectamente alineada - 
entra en el estómago, arrasa con todo
- la risa entre dos gajos de mandarina - 
y, mientras un titánico tsunami sube por la garganta,
- una niebla eléctrica - 
el cuerpo se tensa, se enfurece y se abandona.

La escasa frontera entre la asfixia y la nostalgia.



martes, 16 de septiembre de 2014

El tiro.



Fue como un tiro.
quedó sin aliento, tez pálida, destellos de cejas.
encogido, en silencio, arqueado, la tierra y su llamada.

Entre el abismo de sus labios, surgió un suspiro hiriente
las agujas del reloj avanzaban imparables a un ritmo frenético
escritura, lectura, destrucción, la nada.

Sus carnes se doblegaron hacia adentro, en mitad del pecho,
los pulmones se doblaron cual bambú, una oquedad creció
o desapareció - eterna contradicción - corazón en parada.

No escuché disparo, sólo mi voz cortante y fría;
miré al espejo, oscuro, podrido, muerto el reloj
me mostró el horror y entonces comprendí:
era él, pero también fui yo.

Quise ser el tiro.
Ahora era el vacío.


jueves, 28 de agosto de 2014

Bury yourself in my chest...






Tu cuerpo,
sufrida arquitectura del yo
habitáculo del dolor
de los tiempos
ahora descansa tras esa pared
en ese agujero.

No eres tú,
sólo el cascarón donde habitaste
y tu alma
al fin, felizmente desahuciada
vaga por los recuerdos que
inundan, habitan y completan
cada poro de mi piel para
- definitivamente -  recordarme
que no existo si no es por ti
y así yo también desapareceré

felizmente
finalmente.


domingo, 17 de agosto de 2014

Microrrelato #7





En la trayectoria circular de los astros se cuelan las casualidades y, entre ellas, las trenzas de los futuribles.

En la hierba mojada por la sangre de los enemigos, con la boca abierta, la respiración entrecortada, tumbado sobre su espalda y los ojos bien abiertos, recordó la democrática verdad universal:  la muerte es el único dios.


sábado, 16 de agosto de 2014

Undívagos.



Undívagos los sueños
bailan a vidas de distancia
de puntillas entre los trópicos
tiemblan los paralelos
se difuminan las nebulosas
es una ahumada sombra
existen sin existir.

Ocurrió.

Él bucea entre sirenas
en la laringe rasgada de naufragios
tropieza en los negros nombres
en cuerdas de estandartes
mi cuerpo se abandona
columpia el aliento irrenunciable
una única marea.

Son las almas.

Y nos encontramos
frente a frente, en otro plano
lo permite Cronos, la tierra calla
mecidos en la ley del hombre
que no existe, aquí no vale
es el recuerdo a proa
de un barco que no zarpa.


Amanece.