viernes, 15 de septiembre de 2017

Poppies.







El rebote de un balón en mis entrañas. [bam bam bam bam bam bam] Una serpiente se cuela entre las falanges y corre, qué digo, ¡serpentea! Por cada una de mis arterias deja un rastro de quemaduras y sal consigo. Yo sigo, me arrastro, me encojo y me agacho. No me sueltes jamás la mano.Te juro, soy mejor. [tic tic tic tic tic tic] 

Centenares de soldados se juntan a mi alrededor y se alimentan de los acúfenos que ahora suenan lejanos, embotados, en un eco de plástico rasgado. [dom dom dom dom dom dom] No puedo, quiero, no puedo, se me arruga la nariz, me zambullo en una película que veo desde fuera. Sábanas estériles recién planchadas reciben el mar rojo que mana de entre las piernas pálidas como espuma de mar. [shum shum shum shum shum shum]

Continuar, no puedo, deseo, ¡ay, qué miedo! [fu fu  fu fu fu fu] La artillería ha llegado desde el pueblo más lejano, crece la hierba al ritmo de sus pasos, existe la esperanza. Fuegos artificiales en el alma. Hiroshima. Un grito. Nagasaki. El silencio más temido siempre para el tiempo. Un quejido atronador. Huracanes en el paladar. [tac tac tac tac tac tac]

La primera respiración entre los pétalos encarnados que formaron tus mejillas me quitó el aliento. Bienvenido al mundo, hijo mío.