sábado, 3 de marzo de 2012

El jardín privado.

[Audio]

En la bañera, las partículas de humedad se suspenden.
Sólo hay una alfombra, de quejidos y lamentos,
de historias de piratas con reverberación y consonancia.
- será que nunca fui mucho de vocales -.

Me incorporo, un hilo de pesada agua cae pierna abajo;
tropieza con el borde, encharca el suelo y empapa la alfombra.
La nube de humedad desaparece. - silencio-
Entonces brotan de la piel hilos de tinta muda,
olas de color en movimiento que cuentan las batallas acaecidas
entre los pálidos poros de mi espalda.

Es el alma que, cansada de tanta belleza y secuestro,
ha decidido abrir las puertas del jardín privado del frenesí.

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