sábado, 11 de abril de 2015

Esto no se para.



Le miro, sus ojos reverdecen.
Ya es primavera en sus manos.
Pasarán los años, pasará la gente,
crecerán las sombras, crecerá la tarde,
vendrán los perros a aullarme,
retornará el mar su piel salada,
hablaremos de pecados los lunes.

Respiro, las olas se acompasan.
Ya es vacaciones en su pelo.
Pasarán las horas, pasarán de largo las cigüeñas,
menguará el tedio, menguarán las noches,
bailarán de la mano las briznas de trigo,
acompañará el ventilador mi sueño,
florecerá el jazmín de su puerta azul.

Me acaricia, la electricidad tiembla.
Ya se enciende el esternón.
Pasarán aviones, pasarán dos palabras,
caerán las hojas, caerán los finales,
reescribirá los cuentos,
volarán cometas,
dormirá a tórax abierto.

Le pronuncio, su nombre es casa.
Ya se fracturó el silencio.
Pasarán los vientos, pasará la calma,
abrirá los ojos, abrirán la manta,
encontrarán los cuerpos acurrucados,
saldrán de puntillas de casa,
comenzará la sonrisa de la hibernación.




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