domingo, 20 de mayo de 2012

Donna estrangera.

[Audio]

Se sienta al borde de la cama.
Un tremendo olor a mar se precipita entre las sábanas.
Su pecho se apoya en mi espalda.




Entonces, nos hacemos siameses con nocturnidad y alevosía.
Chico, abre la boca, y me zambullo en su alma a través de sus labios.
Ríos de mieles donde me baño, floto sobre la corriente.
Déjame dormir en tu amable iris. Déjame ser extranjera en tu piel.

2 comentarios:

  1. Leer esto en plena primavera no pué ser bueno pal cuerpo jaja ufff pero de algo hay que morir!

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  2. Según nos acercamos al verano, cada día se hace más crudo ser furtivo.

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