martes, 21 de junio de 2011

Piratas.



No importa el pasado.

El otoño barrerá los pecados anteriores, como barre las hojas marchitas.
La lluvia nutrirá las cicatrices, como alimenta el barbecho después de una larga sequía.
El viento desterrará a las decepciones, como arrebata paraguas a los viandantes.
El termómetro helará las agujas del reloj, como congela la humedad matinal.

Así pasará la estación fría, viendo como arden mis sábanas, como mi casa se convierte en un caldo de sosiego y piel, de poemas en silencio, de besos imaginarios. Mis enaguas bailarán entre tus manos, tu sudor caerá por mi espalda, las risas resbalarán por la comisura de los labios, y el granero arderá.

Pero, si nos aburrimos del otoño, siempre podemos hacernos piratas.

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